La paradoja disruptiva

Cuando hablamos de comunicación y “nuevos medios”, lo pongo entrecomillado ya que ninguno de ellos es tan nuevo, como explica Manovich (2005), sino que son recubiertos por una capa tecnológica que difumina su aspecto habitual, hemos conseguido determinar unos aspectos generales de los mismos desde los marcos teóricos donde se emplean que aceptamos a pies juntillas.

Sin embargo, a pesar de las vueltas y los nuevos puntos de vista que aportamos desde los ámbitos teóricos de la Comunicación, al observar con una mirada renovada los conceptos analizados, siempre surgen nuevas facetas ocultas hasta el momento. Esta variación conductual en el uso de los medios es avalada por la metamorfosis operacional que el hombre ha terminado desplegando en lo referente a la tecnología que, como un smartphone, ha propiciado todos estos cambios.

La convergencia se erige en la piedra filosofal de los nuevos campos de investigación en Comunicación, efecto revolucionario que ha impulsado los flujos laborales y las relaciones personales a nuevas dimensiones insospechadas hasta hace apenas 20 años. Que este fenómeno convergente es una consecuencia de la aparición de Internet, y sus constantes revoluciones, es tan obvio para un comunicador como que YouTube se ha convertido en el principal canal audiovisual de las nuevas generaciones.

Las dimensiones de este fenómeno, que por definición unifica el ecosistema mediático en un gran medio –un medio para gobernarlos a todos–, colisiona de forma disonante con otras características de los que hemos dado en llamar “nuevos medios”. De todas estas cualidades que se han definido a lo largo y ancho de la producción teórica destaca una sobre todas las demás: “fragmentación”. Estos términos antagónicos, irreconciliables, disonantes y divergentes se han convertido en características esenciales para describir a los nuevos medios de comunicación en su nueva reformulación.

A este conjunto de definiciones contrapuestas sobre un mismo concepto es lo que llamamos “paradoja disruptiva”. La irrupción de la tecnología en los procesos productivos se ha denominado disrupción para expresar la virulencia con la que los mismos han cambiado. El análisis de estos cambios determina los conceptos asociados a la Comunicación expresados anteriormente.

paradoja

Junto con el concepto de la convergencia de medios, de procesos productivos, de sistemas de comunicación, de empresas, etc., aparece asociado la fragmentación. Esta fragmentación incide en las audiencias y en las formas discursivas principalmente, asociando a las mismas algunos fenómenos muy vinculados a las nuevas tecnologías como la “segunda pantalla”.

En estas ideas es precisamente donde reside la esencia de la paradoja disruptiva, un concepto capaz de enfrentar referentes antagónicos que colisionan frontalmente al hablar de nuevos medios, de discursos multimediáticos o de narrativa transmedia.

Convergencia en oposición a la fragmentación, unidad –un medio para gobernarlos a todos– frente a la dispersión del público por múltiples pantallas, los grandes relatos decimonónicos frente a los microrrelatos que invaden las nuevas formas de la narrativa –microblogging, webseries, etc. –.

No podeos olvidar que en la construcción de los medios de masas, que se revolucionó a principios del siglo XX con el establecimiento de nuevas formas narrativas, del cine y posteriormente de la radio, se estableció una batalla que mantenía el consumo de medios entre lo personal y lo social, entre lo individual y lo colectivo.

kinetoscopio

En este orden de cosas, podemos afirmar que la aparición de los “nuevos medios” son una victoria del sistema diseñado por Edison –Kinescopio–, y un siglo después volvemos a consumir productos culturales de manera individual, íntimamente. El consumo de medios, el acto de visionado, con la mayoría de las nuevas pantallas se ha convertido en una expresión individual, tal y como planteaba Edison. La faceta social del consumo de medios, la expresión de las preferencias, se traslada a las nuevas herramientas de comunicación social que se extienden a través de todas las pantallas. Y este último hecho no hace más que afirmarnos en la idea que se alberga tras la paradoja disruptiva, pues lo social y lo individual en el consumo de los medios no es más que una expresión contradictoria, efecto de un mismo proceso.

F. Montero

Hasta la siguiente entrada, espero que con mayor frecuencia. ¡Comparte, participa y sé activo!

De las ideas al papel y de vuelta otra vez

Llevo muchísimo tiempo en silencio, pero he de apuntar que solamente a través de este canal ¡No se vaya a convertir en una letanía insalvable!

Estos meses de intenso trabajo van dando sus frutos en forma de publicaciones, y confieso que satisfacen mi vanidad y nutren mi ego, solamente así se puede compensar el esfuerzo realizado y las noches en vela.
Desde mi última entrada, en la cual hablaba de La sinergia en las series de animación y comentaba mi participación en el I Congreso Internacional de Comunicación Infantil, surgió la posibilidad de mostrar el trabajo en toda su extensión. Y ha sido recogido como capítulo de un fantástico volumen titulado Claves de la comunicación para niños y adolescentes

9788470746680
Este hecho hay que agradecerlo profundamente a varias personas pues, como dice Gennette, toda obra es una obra derivada que se nutre de diversas fuentes. Y es aquí donde la lista se engorda. Yo añadiría a las palabras de Gennette que toda obra es también una derivación de las relaciones emocionales. El estado de inspiración es, fundamentalmente, un vinculación emocional con las fuentes, con la obra y, por encima de todo, con las personas cercanas.
Gracias a Pilar Hernández, mi compañera que sustenta mi inspiración y mis ausencias. A Inmaculada Berlanga por compartir la aventura y creer en ella. Y gracias a todos los que participaron de la obra con su conocimiento: Eduardo Prádanos, Paco Rodríguez, Víctor López, Carlos Biern, Manuel Cristobal y Nicolas Matji. También un profundo agradecimiento a los coordinadores del volumen, directores y editores de Icono 14, y a la Editorial Fragua, sin los cuales no habría sido posible participar de este libro fascinante.

capitulo

Seguramente se me olvide mencionar a algunos y, desde aquí y ahora, os pido disculpas. Siempre hay mucha gente tras cualquier producción, aunque sean unas breves líneas sobre conceptos diáfanos de la Comunicación.

En el futuro hablaremos de algunos de los conceptos allí tratados, o quizás otros mejores. La creatividad en esencia es aplicable a cualquier campo, siempre que se trate adecuadamente y le asignemos el valor que merece, también en las Ciencias Sociales.

Un saludo y hasta la próxima entrada.

PD_ ya que el tema iba de saludos y reconocimientos no quiero dejar pasar la oportunidad de saludar a todos los visitantes sudamericanos del blog.

La sinergia en las series de animación

Dentro del marketing empresarial existe una palabra mágica que determina la capacidad de un producto para crear movimientos dinámicos positivos que favorezcan los objetivos de una empresa respecto de ese producto. Esta palabra es sinergia.

En La comunicación realizada durante el I Congreso de Comunicación Infantil, junto a I. Berlanga, y publicada por Icono14, exponía un gráfico que hablaba de estas dinámicas en la producción de series infantiles de televisión. Esta comunicación está basada en un trabajo más amplio y puede ser considerada como la antesala de este.

Fuente: Elaboración propia

Fuente: Elaboración propia

En dicho artículo exponíamos, mediante el análisis de las prácticas habituales en la producción de animación, algunas características de la misma que coinciden con la arquitectura de universos narrativos transmedia. Para exponer nuestras tesis iniciales utilizábamos el caso de Heidi, recopilando brevemente el camino seguido por este longevo producto cultural. Podéis leer la comunicación completa en formato pdf en el siguiente link.

Podemos decir que el modelo de negocio en la industria de la animación ha dado lugar a unos vínculos intersectoriales que se han convertido en esenciales para desarrollar productos culturales mediante esta técnica audiovisual. Volviendo a la imagen anterior, se recoge la estrecha relación que se establece entre creadores de contenidos, las cadenas responsables de la difusión y los fabricantes de productos infantiles.

Cuando hablamos de narrativa transmedia, la sinergia es una de las responsables de activar la circulación de la audiencia entre las diferentes estructuras que componen el relato, pero también la culpable de despertar el interés por los nuevos productos.

La animación cuenta con una particular audiencia que se centra gran parte de su actividad cotidiana en la diversión y el juego, en la imaginación y el entretenimiento. El modelo de negocio parece estar claro, si los niñ@s se pasan gran cantidad de tiempo viendo la televisión a diario, solamente se deben proporcionar juguetes y juegos que aviven su interés, tremendamente estimulado y condicionado por los contenidos televisivos.

La asociación de productos de consumo con otro tipo de producciones audiovisuales ha recorrido caminos diferentes. La situación es más complicada, debido a infinidad de detalles y mensajes relacionados con los intereses que existen tras cualquier comunicación, pero también con el interés del público. Las empresas no siempre están dispuestas a producir y asociar la imagen de sus productos a los contenidos audiovisuales, o en tal caso, han encontrado otras fórmulas de hacerlo, de manera directa, mediante el emplazamiento, el patrocinio, la promoción y otras formas de publicidad vinculadas con el recorrido mediático de los productos culturales.

Existe un mercado del entretenimiento adulto que también es capaz, al igual que la animación, de generar estas sinergias. Es el mercado de la fantasía y la ciencia ficción. Varios autores de los medios han desarrollado investigaciones sobre este vínculo, por ejemplo, Narrativa crossmedia en el discurso televisivo de Ciencia Ficción. Estudio de Battlestar Galactica (2003-2010) de Hernández y Grandío (2011)

Películas como Matrix, Star Wars o El señor de los Anillos, son capaces de despertar pasiones y estimular la imaginación de la audiencia sin límites. Pero también se extiende al fenómeno de la televisión con acontecimientos mundiales como Lost. En todos ellos existe asociado al producto audiovisual una audiencia que forma grupos de fans, compartiendo experiencias y contenidos, pero también, en infinidad de ocasiones respondiendo a los retos que los creadores plantean, como las adivinanzas que J.J. Abrams incluía en cada corte publicitario de Fringe.

Con el concepto de narrativa transmedia entre las manos, los productores piensan cada vez en mayor medida en derivar la narración a diferentes productos, generalmente en otros formatos del original. Pero no debemos olvidar que narrativa transmedia no es vender más productos con contenidos extras, es contar una historia que pertenece a un universo narrativo mayor que la propia historia, esencialmente sinérgico y estructuralmente serializado, al mejor estilo de la novela decimonónica.

Quizás, escuchando algunas ponencias de reputados productores españoles, como Víctor López –Vodka Capital– en TEDex Granvía, el modelo sinérgico característico de las series de animación solamente sea consecuencia de una relación deficitaria entre el coste de producción y los ingresos por difusión y derechos de antena, además de un interés evidente por maximizar beneficios mediante el licensing.

En cualquier caso, también la sinergia cuenta con esa doble faceta característica de los contenidos audiovisuales. Un lado vinculado al aspecto económico de la producción y un segundo aspecto relacionado con la narrativa y su estructura.

F. Montero

Hasta la siguiente entrada. ¡Comparte, participa y sé activo!

Principios configuradores de la narrativa transmedia: Extractability o la capacidad de llevarte el relato puesto

Llevo mucho tiempo sin escribir nada, no porque no tenga nada que contar, sino porque la mayoría de las cosas que escribo están destinadas a otros ámbitos. Aun así, siempre que encuentro un tema de interés lo anoto para, posteriormente, escribir aquí sobre él. Este es el caso que quería exponer, hablar de uno de los principios de la narrativa transmedia, extractability. Aunque por el camino han surgido cambios en el acceso a los contenidos televisivos online.

contenido_no_encontrado

Fuente: Atresmedia Player

Contaba con una noticia difundida el día 10 de enero de 2014 en La Sexta Noticias para escribir respecto a una novedosa empresa londinense que proporciona un nuevo modelo de experiencia a sus usuarios.

Enseguida lo relacioné con un aspecto esencial de la narrativa transmedia, el cuarto punto descrito por Jenkins en los siete principios configuradores del Transmedia Storytelling: Inmersion vs. Extractability. Jenkins, en la segunda parte de su artículo The Revenge of the Origami Unicorn nos expone lo siguiente:

“In immersion, then, the consumer enters into the world of the story, while in extractability, the fan takes aspects of the story away with them as resources they deploy in the spaces of their everyday life.”

En esta ocasión especial, inmersión y “extracción” no son elementos que se oponen, y eso es lo que precisamente me llamó la atención de la noticia. La empresa londinense realizaba una atractiva propuesta en la cual, mientras se proyectaba una película, los asistentes a la proyección participaban de la narración, sumergidos en un ambiente típico del relato. Al mismo tiempo, participaban de actividades relacionadas con el evento. Por ejemplo, bailando al ritmo de Grease, todos disfrazados con los uniformes del instituto Rydell, mientras se proyectaba la película.

En esta hermosa relación que se establece en la propuesta, inmersión y “extracción” ya no son términos antagónicos, opuestos o adversos, sino complementarios que ayudan a la ampliación de un concepto profundamente relacionado con la narrativa transmedia y la cultura fan, conviviendo en un mismo espacio y momento.

StarWars metro Nueva York - Wicked Magazine HD Subway Inedit 12

Fuente: Wiked Magazine. Fans de Star Wars en el metro de Nueva York

El concepto extractability está íntimamente vinculado con la cultura de los fans. La imagen de la izquierda expone un claro ejemplo. Pero siempre se abusa demasiado de la imagen de un montón de geeks reunidos en eventos como la Comic Con. Este concepto va un poco más allá y representa la expresión de la fascinación por una ficción determinada.

Este artículo debería contar con un enlace a la noticia emitida por La Sexta Noticias, pero la nueva política de recaudación impuesta por Atresmedia en su plataforma digital Atresmedia Player nos impide el acceso libre al contenido de las noticias emitidas en enero. Desde aquí me gustaría dejar claro que apoyo la libertad de gestión de contenidos audiovisuales, pero ciertos programas, sobre todo aquellos de ser susceptibles de revisión desde una perspectiva de análisis crítico, deberían estar disponibles para todos. Podría pagar por ello, pero eso no impediría que vosotros, queridos lectores, también debierais pagar.

Con esto se rompe la relación con el contenido móvil, el cual ya no se somete al dictado del usuario que consume donde quiere, como quiere y cuando quiere (ATAWAD). Ahora deberemos añadir a este concepto que el usuario esté registrado y pague su correspondiente cuota premium. Y esto sucede, no debemos olvidarlo, con contenidos que se están repitiendo varias veces para mantener activas las parrillas de los grupos multimedia antes de pasar a la lista de pago. La conclusión solo puede ser que existen demasiados canales televisivos para la producción que se realiza en España.

La nueva fuente de ingresos: Atresmedia Player

Durante la redacción de la presente entrada  observamos como la estrategia empresarial de los grupos multimedia se va conformando tras el periodo de desorientación y adaptación al panorama convergente. De esta forma, Atresmedia ha puesto en marcha una nueva iniciativa online que permite acceder “a todos los contenidos” del grupo.

La primera novedad importante reside en el hecho de tener que registrarse para poder acceder al contenido. Esta versión freemium no se encuentra disponible para todos los contenidos, por los cuales se debe pagar una pequeña cantidad de dinero (0,72 €) por programa.

Además, ha implementado la modalidad Premium con la cual por una cuota de 2,61 € se puede acceder al contenido libremente. Aun así existen contenidos que deberán pagar todos los usuarios para poder disfrutar de ellos.

En línea con los agregadores de contenidos más importantes, el servicio de Atresmedia Player detecta la IP de conexión del usuario, de tal manera que el contenido puede estar limitado también por el área geográfica a la que pertenezca dicha IP. Esta es la primera expresión de acotación para contenidos en internet, de tal forma que el antiguo sistema de explotación por regiones, característico de la distribución tradicional de contenidos, busca imponer su lógica en la red para controlar los flujos de retorno económico con las producciones culturales, aunque sean programas televisivos emitidos varias veces en abierto.

Un saludo y hasta la próxima entrada

F. Montero

Da Vinci’s Demons. El dilema de la marca España en televisión

La marca España es un término que ha inundado los medios de comunicación de un tiempo a esta parte. Vendemos nacionalidad y amor patrio como sinónimo de garantía, como identidad corporativa que se abstrae de los problemas e inconvenientes varios en los que nos encontramos inmersos. Pero antes de lanzar las campanas al vuelo, debemos entender que en todo trabajo con una marca es importante estudiar la imagen de la misma para averiguar cómo nos percibe el público al que está destinada la identidad creada. Un reflejo de esa imagen en la ficción televisiva son los personajes arquetípicos.

Da Vinci’s Demons es una serie de la productora americana Starz. Es entretenida y está bien construida. En ella confluyen temas históricos teñidos de la fantástica imaginación del protagonista. La épica, la inventiva, la ficción, la locura y la historia se alternan en trepidantes argumentos que llevarán al límite a nuestro joven maestro Da Vinci. Sin duda, la Florencia renacentista, magistralmente reconstruida, es un marco incomparable para vivir las vertiginosas y fantasiosas aventuras de Leonardo.

Muchos son los debates que ha suscitado en la red por su falta de rigor histórico y el tratamiento que hace del genio florentino. La ficción es libre de revisar los personajes y adaptarlos, no se trata de una serie que relate vida y milagros de Leonardo, sino una adaptación dramatizada de su ingenio y el contexto en el que lo desarrolló, que en muchas ocasiones nada o poco tiene que ver con el personaje renacentista.

Aislada de este debate, la cadena Starz ha realizado un esfuerzo por llegar a los espectadores en el difuso universo que componen las audiencias tras la revolución digital. No me atrevería a hablar de narrativa transmedia, pues no contamos con diferentes puntos de entrada a la historia de Leonardo ­­­­–de momento–, pero si existe un buen despliegue de medios que ayuda al espectador/internauta/prosumidor a participar de la historia. Toda esta dinamización de la narración se ha perdido con la llegada a FOX de la primera temporada. Poco le hubiera costado al canal introducir una página para que los fans españoles de la serie pudieran divertirse escuchando a Zoroastro adivinar su futuro, o crear sus propios fondos personalizados de la serie, memes y fanart, tan necesarios para divulgar el contenido en la red.

Más allá de los elementos dados a la transmediatización de la ficción, lo que realmente ha provocado esta entrada del blog son las preguntas:

¿Cómo nos ven en el extranjero? ¿Funciona la marca España?

En toda serie, los creadores se esfuerzan por simplificar la comprensión del entorno y los personajes por parte del espectador. Qué mejor forma de hacerlo si a cada personaje se le dota de características propias que sirvan para identificarlo, creando arquetipos diferenciables al primer golpe de vista.

En este contexto, el de la marca España y Leonardo, nos ha llamado la atención la aparición de Isabel –La Católica- en la serie. Durante el quinto episodio de la primera temporada (La Torre), Los Reyes Católicos visitan a Lorenzo de Medici para establecer relaciones comerciales con el banquero y mecenas florentino. Al director de arte no se le ocurrió otra forma de caracterizar el personaje que poniéndole una peineta digna de las tardes de toros más castizas.

Es doloroso comprobar la idea que tiene la dirección de arte  y su propio director, David S. Goyer, sobre los españoles. Dentro de las características que nos definen, nadie discute que la peineta es algo muy español, quizás también perteneciente a la marca España. Las tenemos para todos los gustos, desde la peineta que remarca nuestro desprecio absoluto hacia otra persona –al estilo Luís Bárcenas– a la tradicional que acompaña la mantilla, más folclórica y amable.

Isabel_peineta

Fuente: FOX.

Sin duda, esto es una consecuencia directa de cómo nos perciben en Estados Unidos, o quizás en el mundo, un país de peineta y mantilla, de pandereta y castañuelas, de sol y playa. Más allá de las licencias estilísticas que la dirección de arte se haya tomado en la serie, es preocupante ver la concepción de aquello que nos identifica en todo el mundo. De eso trata identidad e imagen, la primera es lo que nos gustaría ser y la segunda es cómo nos perciben. Construir un arquetipo ha sido tan sencillo como colocarle una peineta para que, allá donde se distribuya la serie, se conozca de manera automática su origen –tampoco debemos olvidar la compañía, Tomás de Torquemada, uno de los personajes más siniestros de nuestra historia–.

Puestos a trabajar por la imagen de nuestro país en el extranjero, yo pediría que trabajemos en la línea de países como Alemania, Inglaterra o Francia, reconocidos sin marca propia, por su tradición, pero no de pandereta sino por sus marcas industriales, por su quehacer. Y aunque pueda parecer exagerado, algunas cuestiones tan importantes deberían estar en manos de profesionales, pero no políticos profesionales, sino de la comunicación.

Isabel_PGG

Fuente: FOX.

Un saludo y hasta la próxima entrada

F. Montero

Entrevista a Henry Jenkins en la UNED

“Me encanta la televisión, suelo ver dos o tres horas de televisión por día, todo tipo de shows. Me encantan los realities como «Supervivientes» o «Amazing race». Me gustan las series y los dramas como «Madmen» o «Juego de tronos». Me gusta todo, desde los dramas de calidad, a los más típicos y absurdos formatos televisivos”.

Os recomiendo esta entrevista a Henry Jenkins , que ayer tuve la oportunidad de ver, en la cual hace un repaso a su vida y su pensamiento. Cuando hablamos de narrativa transmedia, Jenkins y Scolari son dos pensadores indispensables, básicos para profundizar en este concepto.

Carlos A. Scolari (@cscolari) twitteó a las 6:18 PM on vie, jun 07, 2013:
Entrevista a @henryjenkins en la UNED (2012): en castellano https://t.co/bqH9C3dTZs y original en inglés https://t.co/mz5lRES5Vr #transmedia

Fuente: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Fuente: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Es especialmente interesante el momento en el que habla sobre la televisión, rompe muchos mitos y dogmas que estamos acostumbrados a escuchar en todos los ámbitos de la vida. En el futuro debatiremos sobre ello en el blog, seguramente no sin suscitar algún tipo de polémica.

Tampoco quisiera dejar de comentar la parte del video en la que Jenkins habla de transmedia play como forma de introducir la narrativa en el aula. Estaremos atentos a su evolución y aprovechando que esta entrada va de recomendaciones, para todos los que estéis interesados en este novedoso concepto os dejo un enlace a una presentación sobre transmedia play, http://goo.gl/z8NFU

Pero entre todas las reflexiones que Jenkins realiza en la entrevista, la de mayor calado social, es la referente a la cultura participativa, como canal esencial para construir una nueva sociedad apoyada en la participación ciudadana.

“El optimismo nos conduce a la complacencia y el escepticismo al cinismo. Pero, en el medio de los dos se encuentra lo que llamamos utopía crítica, que es la capacidad de usar nuestra habilidad de imaginar un mundo mejor, criticar la sociedad en la que estamos y forzar planes que nos permiten cambiarla sirviendo a las necesidades de los ciudadanos”.

Parece que la narrativa transmedia se va asentado en las diferentes disciplinas desde la que se aborda, pero recordar, como dice Scolari en Narrativas trasmedia: Cuando todos los medios cuentan, «No story, no party». Da igual la perspectiva desde la que se trabaje, sin narrativa no hay transmedia, solo después llegarán los modelos de negocio, el trabajo con las marcas y el desarrollo multidisciplinar.

Un saludo y hasta la próxima entrada

Los universos infinitos, caldo de cultivo para la narrativa transmedia

Los universos narrativos son la antesala de la creación  de narrativa transmedia

Este artículo es parte de otro escrito anteriormente en Suma Diario, noticiario online de UNIR, que abordaba esta perspectiva de los universos fílmicos aprovechando el estreno de El Hobbit. Más allá de la actualidad que por aquel entonces marcó la película, los universos narrativos infinitos son una parte esencial en el panorama que la narrativa transmedia abre ante nosotros. El universo narrativo permite la creación de múltiples punto de acceso a la historia e incentiva la exploración del mismo por parte de la audiencia. Según recoge Henry Jenkins en su obra Convergence Culture, editado en español por  Editorial Paidós, la concepción narrativa se ha ido ampliando según ha evolucionado el negocio del cine, si durante las primeras décadas  lo relevante eran las historias, después los guionistas tuvieron que centrarse en la creación de personajes ya que estos les permitían la creación de secuelas. Ahora, con la perspectiva disruptiva que ha supuesto la revolución digital, es fundamental la creación de un universo que de soporte a múltiples personajes e historias.

Cada una de las películas que vemos a lo largo de nuestra vida nos sumergen en diferentes universos, más o menos íntimos, cercanos a los protagonistas. De todos los posibles universos fílmicos creados, en cuestiones de recaudación, destacan los universos narrativos infinitos sobre todos los demás. Estos entornos, desarrollados a la medida de sus creadores, son los amos de las taquillas en la historia del cine. Productos cinematográficos capaces de generar varios billones de dólares. Entre la lista de las películas más taquilleras de la historia se cuelan Star Wars y la fuerza, Harry Potter y la escuela de magia Hogwarts, o El Señor de los Anillos.  Son solamente algunos ejemplos de este fenómeno cultural estrechamente ligado a sus fans.

Estos universos fílmicos son infinitos desde varios puntos de vista. Narrativamente, ya que en ellos todas las historias tienen cabida. Espacialmente, por que ocupan un vasto territorio incapaz de agotarse en una única aventura, son lugares donde todo tiene cabida y suscitan la curiosidad del espectador. También económicamente, por sus voluminosos beneficios, entre los cuales no se encuentran los ingresos generados por el resto de los productos licenciados.

El universo infinito otorga al director, productor y guionistas la libertad creativa necesaria para extender la narración. Su creador a modo de ser omnisciente da vida a las más inverosímiles criaturas que la mente humana haya podido imaginar. Esta amplitud creadora es capaz de enganchar con el espectador, seguramente, porque se familiariza con el mundo,  se conoce las reglas y leyes que lo mueven, y por dos o tres horas las hace suyas. El espectador, seguro desde su butaca, se sumerge en la película a modo de explorador descubriendo los nuevos lugares. Construye su propio mapa fílmico y abandona su imaginación a las nuevas normas propuestas.

Los universos infinitos no son exclusivos del cine, pero los explota magistralmente apoyado en las nuevas posibilidades narrativas que la tecnología ofrece. Se nutren, en muchas ocasiones, de la literatura o el comic, mucho más capaces de prolongar la aventura por el diferente tempo creativo. También existen en la televisión, no debemos olvidar el reciente éxito de Juego de Tronos, Héroes o Perdidos.

Lo negativo de los universos infinitos, más allá de los detractores que tienen este tipo de sagas fantásticas, es la desolación del fan cuando llega el final. No debe cundir la alarma entre las legiones de seguidores. Cuando el fin llegó en El retorno del Rey, las legiones de seguidores se preguntaban angustiadas por su destino incierto, relegadas a la repetición incesante de la saga en el DVD. El estreno de El Hobbit pone de manifiesto que estos mundos maravillosos son inagotables. Y sus historias se escriben a golpe de recaudaciones multimillonarias. Los blockbusters se han serializado, se entregan por capítulos de dos horas y cumplen todos ellos tres requisitos indispensables: un salto tecnológico, una nueva estética y un universo narrativo infinito que otorgue la plena libertad creativa.

Que nadie se preocupe si terminan estas nuevas entregas de la Tierra Media, ahora que Disney ha comprado Lucas Films se anuncian nuevas entregas de Star Wars. Por su parte, James Cameron se encuentra cocinando la segunda entrega del mundo infinito de Avatar. Mientras los dólares sigan sonando en caja, los universos infinitos se construirán y fluirán como la fuerza en Star Wars, por todas partes.

Un saludo y hasta la próxima entrada

El Objetivo, Salvados y la imagen en televisión

Como espectador, el regreso de Ana Pastor a la televisión con su programa El Objetivo me ha dejado un sabor agridulce. Echaba de menos la voz crítica de una periodista incisiva, locuaz y ágil. Para desesperación de los telespectadores que gustamos de un punto de vista diferente, en un breve espacio de tiempo se dio el cese de una gran cantidad de profesionales que estaban marcando tendencia informativa y, acto seguido, la llegada de un género olvidado en cierto tipo de televisión, “las entrevistas amiguistas” –si la podemos clasificar en esta categoría– como la de nuestro entrañable Jesús Hermida a SS.MM.

Seguramente, esta sensación de amargor venga dada por el descrédito oficial que ya tienen los políticos, lo dicen hasta las encuestas del CIS. Aunque he de reconocer que siempre es agradable la sensación de confirmar tus sospechas: mienten y, además,  mienten mucho, pero también muchos, de todos los colores. Sin embargo, comprobar públicamente tanta mentira es desalentador, uno se sonroja por pudor. Desde ese punto de vista, en esta cultura del pelotazo y del listo en la que hemos estado sumergidos, no nos sorprenden los datos, era una verdad silenciosa que todos sospechábamos.

Olvidando el impacto, el escándalo y la indignación que debería abordarnos al comprobar que nuestros políticos mienten, el formato del programa no terminó de llenarme. Analizando los porqués quizás tenga mucho que ver con la sensación de que Ana Pastor nunca terminó de estar cómoda del todo, en esa pose de equilibro constante, apoyada entre la mesa y la silla para volcarse sobre la pantalla, o quizás fuera la escenografía elegida por la producción del programa, con luces y espejos, casi más propios de Sálvame de Lux que de un programa que ofrece datos reales, periodismo serio.

Imagen

En este sentido, después pudimos asistir a una lección magistral de imagen de calidad en la televisión. El programa de Jordi Évole nos ofreció, independientemente de sus contenidos, un espectáculo visual que difícilmente podemos ver en la producción nacional de televisión. La escenografía minimalista, la iluminación maestra y unos planos magistrales compusieron la realización del último Salvados de la temporada, logrando una atmosfera insuperable.

Imagen

De cualquier manera, antes de que esto pueda parecer una crítica a la esencia de los programas, nada más lejos, me gustaría felicitar como espectador a ambos periodistas. Por ello la sensación dulce de la que todavía no había hablado. Estamos necesitados, como espectadores, de más periodismo, otros puntos de vista que nos ayuden a poner luz sobre muchos asuntos. Voces oficiales y oficialistas ya existen demasiadas. Pero nadie debe olvidar que la televisión, además de lo que se dice y cómo se dice, es fundamentalmente lo que se ve.

Un saludo y hasta la próxima entrada